Crisis de pánico. Aportes desde las distintas Teorías.

miércoles, 8 de octubre de 2008

A partir de la experiencia clínica con pacientes que han tenido ataques de pánico, se intenta indagar al respecto (1).-Para ello realizaré una breve descripción desde el abordaje psicobiológico, el modelo cognitivo – conductual , para finalizar con la propuesta y los desarrollos psicoanalíticos.-El abordaje Psicobiológico - La vulnerabilidad del locus coeruleus Los pacientes que presentan ataques de pánico tendrían una vulnerabilidad del locus coeruleus, a las influencias de la hormona liberadora de corticotrofina, por el aumento de sus descargas noradrenérgicas, lo que se traduce en un aumento del alerta o vigilancia, "que produce aumento de actividad parahipocámpica con descargas en áreas prefrontales, hipotalámicas, talámicas e hipofisarias, que a su vez provoca descargas noradrenérgicas y de cortisol."(2) Si bien en esta vulnerabilidad (3) pueden incidir factores genéticos, se ha encontrado que estos pacientes "han tenido padres que los han sobreprotegido, pero cuidado poco. Entendemos por "cuidado" la habilidad de los padres para comunicarse, expresar emociones y promover el acercamiento afectivo, y por "sobreprotección", la inhabilidad de los padres para permitir el crecimiento personal, el desarrollo, la independencia y el respeto por la autonomía de los hijos." (4)Por lo general se expresa en la niñez, en una tendencia al aislamiento social, dificultades en el juego y en la separación, en la adolescencia como síntoma de fobia social y en la "adultez con los síntomas o con el ‘aura’ panicosos" (5)
El tratamiento se realiza con benzodiazepinas de alta potencia (alprazolam y clonazepam) y antidepresivos

Aportes desde el Modelo Cognitivo

Desde el punto de vista cognitivo comportamental, "los ataques de pánico son accesos bruscos de ansiedad, con sensaciones de carácter marcadamente físico, de comienzo repentino, que pronto llegan al máximo (en el plazo de un minuto) y que duran habitualmente alrededor de 20 minutos". (6)
El ataque de pánico estaría relacionado con un "sistema de alarma del organismo"(7) y para su comprensión existe el modelo cognitivo de Clarck

Se trata de trabajar con los canales de la ansiedad: el cognitivo, el fisiológico y el conductual.-
Desde lo cognitivo se hace una psicoeducación explicándole al paciente cuales son los mecanismos de la ansiedad, que estos son mecanismos normales que todos los seres humanos poseen.
Por otro lado, también desde lo cognitivo se realizan técnicas de reestructuración cognitiva (8).
En lo fisiológico se realizan técnicas de respiración y relajación para disminuir la ansiedad, y en el conductual se trabaja con técnicas de coping (afrontamiento) en forma progresiva.-
El tratamiento supone una suerte de entrenamiento del paciente para que pueda afrontar las crisis de pánico y así superarlas.-

Aportes desde la visión Psicoanalítica
Ya en 1894, Freud nos habla de la interconexión entre un nivel representacional, un nivel emocional y sus manifestaciones corporales, nos habla que la "expectativa angustiada es el síntoma nuclear de la neurosis ... pueda decirse que aquí está presente un quantum de angustia libremente flotante, que, en vista de la expectativa, gobierna la selección de las representaciones y está siempre pronto a conectarse con cualquier contenido de representación que le convenga ... No es esta la única manera en que puede exteriorizarse el estado de angustia, que se mantiene las más de las veces latente para la conciencia, pero en continuo acecho. También puede irrumpir de pronto en la conciencia, sin ser evocado por el decurso de las representaciones, provocando un ataque de angustia" (9).-
Este ataque de angustia, a que hace referencia Freud podríamos decir que no es ni mas ni menos que una descripción actual de a lo que hoy llamamos "ataque de pánico", por lo que vale la pena citar como Freud lo describe:
"Un ataque tal puede consistir en el sentimiento de angustia solo, sin ninguna representación asociada, o bien mezclarse con la interpretación más espontánea, como la aniquilación de la vida, «caer fulminado por un síncope», la amenaza de volverse loco; o. bien el sentimiento de angustia se contamina con una parestesia cualquiera (semejante al aura histérica) o, por último, se conecta con la sensación de angustia una perturbación de una o varias funciones corporales -la respiración, la actividad cardíaca, la inervación vasomotriz, la actividad glandular-. De esta combinación, el paciente destaca ora un factor, ora el otro: se queja de «espasmos en el corazón», «falta de aire», «oleadas de sudor», «hambre insaciable», etc., y en su exposición es frecuente que el sentimiento de angustia quede completamente relegado o se vuelva apenas reconocible como un «sentirse mal», un «malestar»."(10)
En 1926, en inhibición, síntoma y angustia, Freud plantea su segunda teoría de la angustia, abandonando así la teoría de la angustia por libido transmudada (11), es decir ya la angustia no resulta del estancamiento de la libido, sino que esta es de origen biológico y muy relacionada con lo traumático.
Aquí describe dos angustias, la angustia señal en tanto prepara al sujeto para un peligro, lo previene de una situación traumática, y la angustia automática que reacciona frente a esa situación traumática.-
Hugo Bleichmar a través de su enfoque "Modular – Transformacional", en el cual existen múltiples sistemas (Narcisismo, sensual - sexual, apego, heteroautoconservación, regulación psicobiológica) que motivan al psiquismo, que no actúan como unidades estancas e independientes, sino que se relacionan a través de su historia generativa y sus transformaciones en distintos niveles, plantea que para abordar a los trastornos de pánico "tenemos que tener en cuenta:
El nivel de los significados y significantes (indicios o señales) que despiertan la angustia. O sea el tipo de representaciones que en cada sujeto es capaz de poner en marcha el circuito de la angustia.
El nivel neurobiológico (cerebral / hormonal) y corporal que forma parte de los mismos.
La reacción frente a la angustia, es decir, cómo el sujeto se representa cuando siente angustia, cuán peligrosa siente que la angustia es para él, las anticipaciones que hace al captar las manifestaciones de la misma..
La realimentación entre los circuitos anteriores. " (12)
El psicoanálisis trabaja muy bien en el nivel (13) a) es decir, el de los significados y significantes que actúan como fuente de angustia, pero resulta insuficiente si no se trabajan los otros niveles.-
Que el conflicto o las situaciones traumáticas hallan originado las condiciones necesarias para que se origine un ataque, estas no son suficientes para explicar los ataques de pánico, dado que hay una manifestación corporal neurovegetativa y una codificación de los peligros que la angustia advierte o conllevaría
Por lo general, en los pacientes con trastorno de pánico es importante y relevante la relación entre el pánico y el trauma, y si bien es importante trabajar aquellas causas que motivó su primer ataque, se ha visto que también es importante trabajar las causas que mantienen los ataques (Bleichmar 1999, Echeburúa 1986), dado que la crisis quedó inscripta en "una evocación a una situación traumática"
El "ataque de pánico corresponde a una situación de desequilibrio psicobiológico -en este sentido, resultaría equivalente a la "angustia automática"- y, luego, las manifestaciones corporales o los conflictos o las situaciones inconscientes que estuvieron presentes en su desendenamiento le anticipan al sujeto, cuando vuelven a estar activas en el inconsciente y la conciencia, que el acceso de pánico puede repetirse. Por tanto, se trata de lo que conocemos como "angustia señal", en que la angustia surge ante un indicador o señal conectados con la situación que originalmente provocó el ataque de pánico.
Por ello, cuando el sujeto entrevea inconscientemente que hay o habrá conflicto interpersonal, o que perciba, también inconscientemente, su propia rabia y hostilidad hacia el otro -lo que hace anticipar una respuesta agresiva ya sea en forma de castigo o de abandono-, o que sienta excitación sexual con los temores que ésta pueda ocasionar, o que fantasee abandonar por narcisismo a un objeto al cual, simultáneamente, desde la autoconservación siente como protector, o que se represente como insuficiente para enfrentar una tarea o asumir una responsabilidad, cualquiera de estas condiciones, además de despertar angustia, actúa en un nivel semiótico como señal de que podrá sobrevenir un ataque de pánico porque esas condiciones precedieron a la primera crisis de pánico y a las subsiguientes. No es sólo que el conflicto produzca angustia sino que la codificación que se le otorga a la situación conflictiva como capaz de provocar la angustia es la que contribuye a producirla. " (14)
Bleichmar menciona que el advertirle al paciente, que no corre peligro por tener un ataque de pánico y explicarle que es lo que le sucede (15), es un trabajo importante pero es insuficiente, y a su vez hay casos en que no es recomendable (16). En tal sentido él plantea "encarar: la existencia de una representación básica del self, la de "self en peligro", representación que no se limita a la reacción frente a la angustia sino requiere del estudio de la diversidad de causas que originan a ésta y que la mantienen activa. Representación a la que el sujeto puede llegar por distintos caminos: ya sea por fijación a situaciones traumáticas en las que se sintió impotente frente a figuras o una realidad externa amenazante, o por conflictos psíquicos que por encadenamiento puramente interno conducen a ese sentimiento de hallarse en peligro, o por el poder de los discursos parentales que transfunden su imaginario, o por identificación con la representación de "self en peligro" que éstos tienen de sí mismos." (17)
En cuanto al tratamiento plantea tener en cuenta las "fuentes/causas" de la angustia y la "reacción" frente a esta generando un sentimiento de control.-
El aporte de una perspectiva Vincular, nos permitiría tener mas herramientas en nuestro arsenal terapéutico, que sin duda el acontecimiento (18) del primer y los siguientes ataques de pánico han generado nuevos sentidos en los sujetos del vinculo de las distintas configuraciones vinculares.-
En muchos casos, los vínculos familiares, "mantienen" una relación con los ataques de pánico, en el sentido de que pueden contribuir en fomentar y sostener la sensación del "self en peligro" que mencionaba Bleichmar.-

Algunas reflexiones
A través de estas líneas se intentó tener una primera aproximación al tema, que necesita no sólo de una comprensión multidimensional sino también de un abordaje interdisciplinario atendiendo a la complejidad que presenta.-
Varios caminos a recorrer quedan, y alguno de ellos puede tener que ver con el tipo de intervenciones del analista, que según Bleichmar pueden ser: intervenciones analíticas y "para-analíticas", estas ultimas son intervenciones que no obstaculizan el análisis. ¿cómo hacer estas intervenciones? ¿son las que implican el trabajo mas a nivel consciente? ¿pero el psicoanálisis, no trabaja el inconsciente desde el nivel consciente, analizando las manifestaciones y/o irrupciones inconscientes?
¿Cómo se podría trabajar el nivel fisiológico, que implican técnicas de respiración y relajación?
Para los cognitivos – comportamentales los ataques de pánico "se curan" con técnicas de coping (afrontamiento) ¿es posible utilizarlas dentro de un dispositivo psicoanalítico? ¿podrían ser éstas intervenciones "para-analíticas?
¿Qué consideraciones hay que tomar a la hora trabajar en pareja o en familia?

Lic. Lisandro Vales
Publicado en Revista Querencia, nro 9, agosto de 2006.

Notas:
1 Es de acotar que los pacientes han tenido dichos ataques 4 o 5 años antes de consultar y "están curados"
2 (Moizeszowicz J. 1998)
3 También se ven en el estrés y en algunos estados emocionales (rabia, alegría y excitación sexual).
4 (Moizeszowicz J. 1998)
5 Ibid
6 Echeburúa 1986
7 Ibid
8 Las técnicas de reestructuración cognitiva tienen su fundamento en modelo ABC de Albert Ellis.-
9 Freud, S.- "Sobre la justificación de separar de la neurastenia un determinado síndrome en calidad de «neurosis de angustia» (1895 [1894])". Obras completas. Tomo III. Amorrortu Editores, 1976, pag 94
10 Ibid, pag 94
11 Según H. Bleichmar existe hoy evidencia empírica que sustenta el abandono que Freud realizó (Bleichmar 1999)
12 (Bleichmar 1999)
13 "Nivel terapéutico efectivo pues si se elaboran, dependiendo del caso, la angustia de separación, la agresividad y sus consecuencias, la sexualidad, la culpa, la persecución, el narcismo, la opresión que impone el otro significativo al desarrollo del self y la pérdida del sentimiento de ser agente activo de las propias acciones, etc., se van disminuyendo las condiciones capaces de poner en funcionamiento los circuitos de la angustia" (Bleichmar 1999)
14 Bleichmar 1999
15 Empleado en terapias cognitivo - comportamentales
16 "en un paciente racionalizador, oposicionista por narcisismo, el momento que hemos denominamos informacional puede estar totalmente contraindicado, requiriendo, en cambio, un análisis, desde el inicio, de la transferencia negativa y la desconfianza". (Bleichmar 1999)
17 Bleichmar 1999
18 El acontecimiento, según Nelson Gottlieb en su trabajo "Relación, relación de objeto y vinculo" "inaugura una nueva situación en el psiquismo de cada integrante del vínculo ... implica una situación que a partir de allí se generan sentidos",

Bibliografía
Bleichmar, H. (1999). "Tratamiento de las crisis de pánico y el enfoque "Modular – Transformacional" , Aperturas Psicoanalíticas http:///www.aperturas.org, No. 3
Bleichmar, H. (2001). "El cambio terapéutico a la luz de los conocimientos actuales sobre la memoria y los múltiples procesamientos inconscientes. ", Aperturas Psicoanalíticas http:///www.aperturas.org, No. 9 (Noviembre 2001)
Echeburúa E. (1986) "Evaluación Tratamiento Psicológico de los trastornos de ansiedad" Fundación Universidad – Empresa. Madrid 1986.-
Freud, S. (1894) "Sobre la justificación de separar de la neurastenia un determinado síndrome en calidad de «neurosis de angustia" (1895 [1894]). Obras completas. Tomo III. Amorrortu Editores, 1976.-
Freud, S. (1926) "Inhibición, síntoma y angustia". (1926 [1925]) - Obras completas. Tomo XX. Amorrortu Editores, 1976
Laplanche J. y Pontalis J. B., Diccionario de psicoanálisis, Ed. Labor, Barcelona 1979
Moizeszowicz J. (1998) "PSICOFARMACOLOGÍA PSICODINÁMICA IV.
Estrategias terapéuticas y psiconeurobiológicas." Paidos, BS. AS



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Apuntes acerca de la violencia doméstica. Una mirada psicoanalítica.

viernes, 3 de octubre de 2008

La violencia ocupa un lugar importante en la relaciones que establecen lo individuos entre sí. Aunque ha sido ampliamente reconocida desde el psicoanálisis(2), en líneas generales se han desconocido la aristas específicas que ella asume en las situaciones concretas de violencia doméstica. En principio podemos delimitar el concepto y atribuir un significado especifico a la violencia doméstica entendida esta como el abuso de poder expresado en el terreno psicológico y físico, ejercido generalmente contra las mujeres, el que "sustentado sobre una discriminación ilusoria que reniega toda diferencia, desconsidera al sujeto y tiende a anular toda la singularidad".(3)
Reflexionar sobre la problemática de la violencia doméstica desde la perspectiva psicoanalítica no debe hacernos perder de vista el necesario enfoque interdisciplinario que permita una comprensión menos fragmentaria del fenómeno, sus mecanismos de naturalización-invisibilización y las formas en la que ésta se reproduce en el seno de numerosas familias.La literatura psicoanalítica existente deja constancia de la relación no contingente entre la violencia y la conyugalidad.
Los estudios de género pueden aportar herramientas conceptuales apropiadas para comprender mejor el fenómeno y desmontar los mecanismos de reproducción subyacentes a la vez que generar los instrumentos (y las consiguientes modificaciones necesarias a la práctica psicoanalítica) que permitan una intervención más apropiada, ajustada a la singularidad de la situación y a la complejidad que implica la tarea en tanto esta adquiere modalidades específicas que la diferencian del psicoanálisis clásico.

El aporte del Psicoanálisis
La inclusión del Género como elemento necesario en el análisis.
Como se señala en la introducción, aunque se trata de un fenómeno complejo que debe ser abordado desde la interdisciplina, pienso que como psicoterapeutas asistimos a una revisión tendiente a generar propuestas desde el psicoanálisis para comprender mejor la temática.
Aunque los estudios de género han brindado numerosos elementos para el esclarecimiento del fenómeno, todavía me llama la atención el número escaso de reflexiones sobre la violencia doméstica anteriores a la articulación estudios de género-psicoanálisis, violencia que como fenómeno no es patrimonio de nuestro tiempo si bien ahora parece haber cada vez más, una conciencia en nuestra sociedad de la extensión y el perjuicio que acarrea a las mujeres, generalmente las víctimas de la violencia doméstica , así como a otros integrantes de la familia (fundamentalmente los niños), quienes en tanto miembros más débiles en las relaciones de poder, reciben la violencia física y psicológica del más "poderoso", en la gran mayoría de los casos, el hombre.
En un texto titulado "La scéne de mênage" Didier Anzieu (4) se interroga sobre la tardanza en las reflexiones sobre los "conflictos conyugales" en el campo del psicoanálisis. Dice: "Para que un tema sea declarado psicoanalítico, hace falta en principio que el fundador y maestro lo haya abordado"...y agrega.. "la escena conyugal es la gran ausente de la psicopatología de la vida cotidiana" .
Pero quizá no sea en el plano de las "omisiones" donde se hagan la críticas mas profundas a algunas ideas de Freud. Sin dudas las teorizaciones sobre el superyó femenino, han oficiado de obstáculo para la reflexión psicoanalítica, por lo cual se hizo necesario construir y validar teorías que mostraran perspectivas diferentes.
Podríamos pensar que Freud de alguna manera fue prisionero de los prejuicios de su época, así como nosotros seremos criticados por quienes nos sucedan por algunas concepciones que sustentamos ahora en nuestro tiempo, no obstante, creo que la posibilidad de deconstruir las ideas que nos preceden, nos previene (en cierto grado) de elevar el prejuicio al rango de rasgo estructural.
Intentaré explicitar algo más esta última afirmación describiendo lo que considero son ejemplos de estas concepciones.
En un texto dedicado a comentar la edición del seminario 5 de Lacan "Las formaciones del inconsciente", en una presentación oral del seminario efectuada por J.A. Miller y luego publicada como "Lectura del Seminario 5 de Jacques Lacan", Miller sostiene:" Hay un texto muy interesante de Sachs sobre la génesis de las perversiones, que cita Lacan en el seminario. Este autor también escribió un texto sobre el superyó femenino en el que considera como un rasgo de la posición femenina que el superyó esté afuera. En realidad lo que Sachs llama superyó es el ideal del yo. Sachs explica en este texto que las mujeres cambian de idea según el hombre con el que están. Es claro que no se puede generalizar, pero basta seguir a ciertas personas algunos años para percatarse de que Sachs tocó alguna verdad (5) " (6)
Tomemos por un momento como válida la afirmación de Sachs y suscrita -en parte- por Miller, cabe preguntarnos ¿constituye éste el fondo del asunto? ¿no parece ser ésta una mera descripción de un fenómeno sin el análisis de sus condiciones de producción?
En igual sentido resultan interesantes las distintas reflexiones que se han hecho sobre el amor desde la corriente lacaniana. Mas allá de los brillantes aportes sobre este tema por parte de Lacan (sobre todo las realizadas en el seminario 20, Encore), me interesa pensar en los múltiples desarrollos realizados por psicoanalistas lacanianos, en particular cuando se aborda el mito de Pigmalión (7), para establecer que el hombre en su relación amorosa con la mujer "tiene como una de sus vías el construirla".(8)
Si bien estas afirmaciones se desarrollan en el contexto de pensar a la mujer como no-toda, y a sostener que ella debe ser encontrada a través de un significante, es decir que obedece a una teorización que problematiza la inscripción del sexo, me pregunto si al no articular éstas ideas con el concepto de género(9), se prescinde en el análisis de considerar la asimetrías en el ejercicio del poder que se presentan entre los hombres y las mujeres.
En suma, el hombre "educa" (10), construye a la mujer -según se expone- por una cuestión de estructura. Pero cabe reflexionar ¿no influye en nada la cuestión de género? ¿no parece ser la asimetría en la relación de poder la que en tanto naturalizada e invisibilizada no deja lugar a otras consideraciones mas que bajo el rótulo de rasgos de estructura?. ¿La afirmación de Sachs no responde a representaciones y roles de género propias de la época en que fueron enunciados?

El aporte de la perspectiva de género.
¿Qué alternativas teóricas puede promover incluir la perspectiva de género al considerar la constitución de los ideales, el superyó femenino y las relaciones entre las mujeres y los hombres?
Nora Levinton en el texto "El superyó femenino", fija un programa de estudios que en cierta medida resulta imprescindible para comprender las conductas de sometimiento y tolerancia a la violencia doméstica por parte de algunas mujeres.
Cito: "Se trata de redefinir al superyó femenino, señalando una vez más las distorsiones que contribuyeron a sesgar el planteo de su configuración tanto respecto de la génesis como de sus contenidos y analizar las consecuencias provenientes de las diferentes modalidades de respuesta al cumplimiento de sus funciones: los umbrales de tolerancia y severidad de la conciencia crítica (que van desde la autocomplacencia hasta el sadismo del superyó) y la imposición de unos ideales que se naturalizan como propios de la feminidad, facilitados a través del soporte en la cultura. Tal como hemos anticipado el género marca una división asimétrica de la atribución de rasgos y capacidades para mujeres y hombres"(11)
En el texto se retoman las ideas de Freud en relación a la importancia de la fase preedípica en la constitución de la identidad femenina, de la influencia de lo materno en su génesis, pero hace énfasis en una vía no desarrollada por él, la que tiene que ver con el sufrimiento narcisista resultante de la tensión entre el yo y los ideales que en tanto metas a veces inalcanzables, generan angustia.
Y haciendo referencia a Bleichmar se definen lo que se llama meta-ideales que se forjan para determinar cuales ideales deben ser asumidos por el sujeto y como actúan a la luz de los diferentes contenidos. Cito: " Por lo tanto, los contenidos del superyó estarán condicionados por la incidencia de las creencias matrices pasionales transtemáticas investidas por la carga emocional del placer o la angustia." Y agrega: "de modo que los cuadros emocionales no derivarán exclusivamente de las propiedades de una u otra idea particular sino de su asociación con otras ideas genéricas que las dotan de sentido...."(12)
Tras atribuir al género el valor de matriz pasional define a través de rasgos opuestos y complementarios lo que sería característico de los géneros femenino y masculino.
Luego de destacar el papel de los padres en la generación de estas creencias matrices de género se describe a grandes rasgos en que consisten éstas; las niñas no expresan agresividad, deben ser complacientes para ser queridas, y una mujer debe estar atenta a las necesidades de los otros, a la vez que debe saber perdonar, etc.
Además múltiples testimonios nos agregan otras creencias que se juegan también como sistema de meta-ideales tiñendo las percepciones, expectativas y reacciones que tienen las mujeres (por ejemplo: la mujer debe privilegiar a la familia, cualquier sacrificio es justificable por la unión familiar ) entiendo que nos acercamos a la problemática de la violencia doméstica con una comprensión más global en la medida que ya no adscribimos ciertas reacciones a un hipotético masoquismo femenino o a un rasgo estructural (como cité en páginas anteriores, las observaciones de Sachs con respecto al ideal del yo femenino).
En suma, las matrices pasionales entendidas como una serie de representaciones entretejidas que tiñen las vivencias de las personas y que le brindan una significación preeminente a las experiencias vividas, contribuyen a explicar por qué algunas mujeres padecen la violencia doméstica en la medida que no encuentran vías alternativas que permitan desmontar formas vinculares que implican "ser para otro" imponiéndoles cualquier renuncia y sacrificio con tal de cumplir con un ideal, incluso a costa de su integridad física o su vida. O aún cuando logran detener las situaciones de violencia doméstica, las dificultades que pueden aparecer se expresan interpelando a las personas que sufren esa situación en la capacidad de confianza en sus propios recursos. (13)
Es claro que por sí mismos estos elementos no configuran un futuro de violencia doméstica, sin dudas, además de los recursos psíquicos de la persona, la relación con el partenaire y las características de éste son clave para que se desarrolle la violencia doméstica.
Sobre este punto R. Dorey en su texto "La relación de dominio"(14) ha señalado las organizaciones perversa y obsesiva como las más proclives(15) a esta situación de violencia psicológica o física al partenaire femenino.
En cuanto a la organización obsesiva (la única que trataré aquí), si bien hay descripciones anteriores que señalan aspectos similares en relación a la violencia ejercida contra el partenaire, me resulta interesante destacar que la ausencia de una conceptualización del fenómeno de violencia doméstica hizo (y quizás todavía hace) que el fenómeno solo pueda ser reflejado en los términos clásicos, es decir, se adscriba a la ambivalencia en los lazos libidinales que presenta el obsesivo.
En una búsqueda sumaria de bibliografía referida al tema no deja de llamarnos la atención que toda la literatura hallada corresponde a la década de l noventa en adelante.
A riesgo de esbozar una perspectiva anacrónica del tema (mirando con ojos de hoy las maneras de conceptualizar de ayer) hago referencia a una descripción que me parece ilustrativa de la manera en que era reflejado -y se soslayaba a la vez- el problema.
En un texto de la Revista Imago de 1981 (cito el año porque me resulta importante ubicar en el tiempo el texto), se explicita acerca de las personas con organizaciones neurótico-obsesivas o con caracteropatías obsesivas "suelen solicitar análisis por problemas conyugales". Obviamente no todo problema conyugal podría constituir un caso de violencia doméstica. El artículo continua explicitando "..dado que es su pareja la que suele pagar las consecuencias de su pretendida perfección, debiendo someterse al obsesivo transformado en representante de la ley , dictada por un superyó sádico y exigente". (16)
Aunque la descripción sigue en términos mas o menos similares es notable señalar que término violencia (por lo menos explícitamente) no aparece integrado a la descripción.
Pienso que la estructura obsesiva en su complejidad, es bien representativa de la multifactorialidad que comporta la violencia doméstica en la medida que tras la víctima y el victimario aparece una densidad que a-priori no es fácil de anticipar.
Dorey describe que el obsesivo "ejerce su dominio sobre el otro en la esfera del poder y del deber. El principal medio al cual recurre para obligar a los demás es la fuerza....el otro debe actuar igual a él porque el obsesivo así lo desea; debe pensar como lo desea el obsesivo; sus deseos deben ceñirse al molde que el obsesivo ha diseñado especialmente para él y debe adoptar la cosmovisión del obsesivo"
Complementando lo anteriormente dicho, en relación a los objetos amorosos Joel Dör (17) destaca que el obsesivo "da lo mejor de sí mismo, vale decir, paradójicamente todo y nada de nada. "Todo", en el sentido que puede sacrificarlo todo; "nada", en la medida en que no acepta perder" y aclara: " No se trata de aquí de dos disposiciones incompatibles. Muy por el contrario, en este orden se estabiliza precisamente toda la estrategia deseante del obsesivo"
Y unos párrafos después, el autor, a mi criterio define con claridad el tipo de relación amorosa que entablan los obsesivos con sus partenaires , cito: "...El obsesivo no se cansa de instalar su objeto de investidura amorosa en ese lugar maravilloso donde para ser amable y amado, el objeto debe hacerse el muerto. La máquina deseante del obsesivo sólo gira a pleno régimen con esta condición...
El imperativo constante que lo anima en su relación amorosa consiste en que el otro no debe demandar nada, ya que si el otro demanda es porque desea.
Por ello, el obsesivo va a poner en acto magnitudes enormes de energía para que al otro no le falta nada, y por tanto no se vea llevado a moverse de su sitio. Así, el universo del otro debe permanecer escrupulosamente ordenado....No faltan los ejemplos, en el discurso del obsesivo masculino para ratificar esta condena a muerte: `a ella no le falta nada`; `en casa tiene todo`,etc. "
Pero cuando el otro no acepta el lugar asignado, sin dudas, aparecen los problemas. Perfectamente expuesto en la película española "Te doy mis ojos", cuando la protagonista desea realizar un curso para exponer pinturas, la negativa del marido expresa el sentimiento de traición en tanto que el otro no acepta ser feliz ocupando el lugar del muerto.
¿Qué pueden aportar los estudios de género para enriquecer la mirada sobre los varones involucrados en casos de violencia? Y mas en particular ¿qué elementos de reflexión pueden proporcionar para no caer en la simplificación de la violencia como simple rasgo estructural -a veces presente- en la neurosis obsesiva?
Irene Meler (18); retomando el texto de Dorey hace algunas precisiones que me resultan interesantes . Cito:"Aquí resulta pertinente recordar que para muchos autores, la neurosis obsesiva se asocia a la masculinidad. Esto no quiere decir que no existan mujeres con esta estructura subjetiva, pero sí es posible que la posición psíquica característica tanto de la perversión como de la obsesión, se asimilen a la masculinidad tal como ha sido definida en forma estereotipada en el imaginario social." Y en otro texto se destaca que "el ideal social y subjetivo fundante de la masculinidad, el ideal de autosuficiencia, ..requiere el posicionamiento social y subjetivo de dominio y control".(19)
Es decir, es posible pensar que los aspectos estructurales (lo pulsional y las instancias -en particular los ideales y el superyó) se conforman ( son conformadas por otros que aunque no concientemente moldean la constitución del niño) de acuerdo a ciertos parámetros culturales -como lo dice Meler- que proporcionan las representaciones más estereotipadas, que el sujeto luego, seguramente irá haciendo suyas y podemos pensar, tiñiendo las vivencias ulteriores.
En este sentido entiendo que un desmontaje de estos ideales (20) que permitan al sujeto una revisión crítica de ellos debe constituir un aspecto importante de cualquier cambio subjetivo.
En síntesis considero que la articulación psicoanálisis - estudios de género puede proveer elementos críticos que reformulan la manera como hemos considerado algunos fenómenos intersubjetivos que en cuanto malestares han sido teorizados desde una perspectiva reduccionista.

Lic. Gonzalo Corbo.
Publicado en Revista Querencia, nro 10, noviembre de 2007

Bibliografía.
Anzieu, Didier. La scène de ménage. En. Nouvelle Revue de Psychanalise, 1986, nro 33.
Burin,M.; Meler, I. Varones. Género y subjetividad masculina. Bs. As. Paidós 2000.
Carril, Elina. "Cuerpo de mujer: territorio violentado." En: De giusti, M. Fuentes.M (Ed:) Velos y desvelos del cuerpo . . AEPG; Bs As. 2004,
Dör; Joel. Estructuras clínicas y psicoanálisis. Bs As, Amorrortu Editores, 2000.
Dorey, Roger. "La relación de dominio". International Review of Psychoanalysis, 1986, 13, 323. (La versión citada en este texto hacer referencia a una traducción publicada en el Libro anual de Psicoanálisis, 1986)
Freud, S. "El Malestar en la cultura", A.E TXXI, BS AS
Landeira, Ricardo. "La posición del síntoma". Montevideo, Ed. Roca Viva, 1983
Levinton, Nora. "El superyó femenino". Madrid, Biblioteca Nueva.
Miller, J-A "Lectura del Seminario 5 de Jacques Lacan", Paidós, Bs. As,2000.
Meler, I. Violencia entre géneros. Cuestiones impensadas o impensables. En Foros temáticos, Género; estudios Feministas y Psicoanálisis. - Psiconet. www. Psiconet.com/foros.2002
Painceira, Alfredo. "Apuntes sobre la estructura obsesiva" En Revista Imago, nro 10, pág .142. Julio de 1981. Letra Viva Editorial, Bs.As.

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Citas bibliográficas
* Este trabajo fue publicado por primera vez en la Revista "Relaciones", nro. 280, correspondiente a setiembre de 2007.
1 Este trabajo surge a partir del seminario "Abordajes de las situaciones de violencia doméstica desde la perspectiva psicoanalítica realizado en AUDEPP, coordinado por Elina Carril.
2 La violencia presentada por Freud como la agresividad en juego entre los seres humanos, fue objeto de múltiples reflexiones . En particular, pienso que la más lograda es la que se encuentra en el Malestar en la Cultura (1930), Cito: "..el ser humano no es un ser manso, amable, a lo sumo capaz de defenderse si lo atacan, sino que es lícito atribuir a su dotación pulsional una buena cuota de agresividad. En consecuencia,el prójimo no es solamente un posible auxiliar y un objeto sexual, sino una tentación para satisfacer en él la agresión, explotar su fuerza de trabajo sin resarcirlo, usarlo sexualmente sin su consentimiento, desposeerlo de su patrimonio, humillarlo, infligirle dolores, martirizarlo y asesinarlo `homo homini lupus´". AE. T.XXI, pág 108.
3 Carril; Elina. "Cuerpo de mujer: territorio violentado." En: De giusti, M. Fuentes.M (Ed:) Velos y desvelos del cuerpo . AEPG; Bs As. 2004, pág 121.
4 Anzieu; Didier. La scène de ménage. En. Nouvelle Revue de Psychanalise, 1986, nro 33, pp. 201-210
5 Las cursivas son mías.
6 Miller, J-A. 2000, pág 91.
7 Pigmalión, el rey de Chipre se enamora de una estatua de mujer esculpida con sus propias manos, la que se constituye en su ideal de mujer. Pigmalión le pide a Venus que la estatua cobre vida y la diosa accede al pedido de éste. La estatua se convierte en humana con el nombre de Galatea y se casa con Pigmalión.
8 Landeira, Ricardo. La posición del síntoma. Montevideo, Ed. Roca Viva, pág 75. Cito este texto a título de ejemplo, pues en realidad varios analistas lacanianos hacer un desarrollo similar del mito.
9 Me refiero concretamente a conceptos como posicíón, status y rol (de género) que implica considerar las conductas y valores las que en tanto expectativas, poseen un carácter normativo y van constituyendo un aspecto central dentro del psiquismo.
10 Una variante semántica para considerar que el hombre construye una mujer, no sin efectos, aparece ilustrada en la versión de Pigmalión de G. B. Shaw, quien se inspira en el mito de Pigmalión.
11 Levinton, Nora. El superyó femenino. Madrid, Biblioteca Nueva Pág 107.
12 Levinton, Nora. El superyó femenino. Madrid, Biblioteca Nueva Pág 110
13 De ahí que la psicoterapia apunte al fortalecimiento yoico que promueve (entre otras cosas) el desarrollo del llamado proceso de empoderamiento.
14 Dorey; Roger. "La relación de dominio". International Review of Psychoanalysis, 1986, 13, 323. (La versión citada en este texto hace referencia a una traducción publicada en el Libro Anual de Psicoanálisis, 1986, págs 192-204)
15 Cabe aclarar que el autor no establece una relación directa entre organización obsesiva y violencia doméstica
16 Painceira, Alfredo. "Apuntes sobre la estructura obsesiva" En Revista Imago, nro 10, pág 142. Julio de 1981. Letra Viva Editorial, Bs.As.
17 Estructuras clínicas y psicoanálisis. Bs As, Amorrortu Editores, 2000., pág 149.
18 Meler, I. Violencia entre géneros. Cuestiones impensadas o impensables. En Foros temáticos, Género; estudios Feministas y Psicoanálisis. - Psiconet. www. Psiconet.com/foros.2002
19 Burin,M.; Meler, I. Varones. Género y subjetividad masculina. Bs. As. Paidós 2000, pág 130.
20 Sin dudas se trata de un trabajo arduo que tensa la neutralidad analítica.


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Abuso sexual infantil. Prevención.

viernes, 26 de septiembre de 2008

El problema del abuso sexual infantil ha permanecido oculto durante la mayor parte del siglo XX. Cuesta creer que desde hace tan sólo 30 años se lo empezó a entender verdaderamente del modo que lo hacemos ahora. Práctica privada y silenciada por excelencia dentro del núcleo familiar y educativo dónde se la produce ha permanecido invisible, también, para las disciplinas de conocimiento. Los prejuicios de una época, la ideología masculina dominante y la influencia del pensamiento psicoanalítico contribuyeron a dejar en las sombras el abuso sexual infantil. Hasta entonces se lo pensaba más bien como el resultado de la "seducción" de la niña/o al adulto, se tendía a creer en el carácter siempre fantástico de los niños cuando relataban episodios de abuso sexual por parte de mayores. Es difícil emplear datos estadísticos porque el número de menores que han dado cuenta de que son o fueron sexualmente abusados es inferior al que jamás lo denuncian, pero se afirma que 1 de cada 5 niños son abusados sexualmente en la Argentina. Nos queda claro que es un problema de enorme magnitud que en general, aún hoy, se prefiere minimizar. Es importante que estemos familiarizados con el tema para que desde nuestro rol de padres, educadores o personas especialmente implicadas en el desarrollo de niños y/o jóvenes, podamos transformarnos en detectores y futuros preventores de este flagelo. Hay indicadores físicos que nos permiten detectar si hubo abuso: dificultades para caminar o sentarse, dolor o hinchazón en los genitales, dolor al orinar, enfermedades transmitidas sexualmente, contusiones, laceraciones o sangramiento en los genitales externos, la vagina o área anal, embarazo. También se suelen detectar trastornos de comportamiento. En niños pequeños los más frecuentes son: comportamiento regresivo (mojan la cama, se chupan el dedo, etc.), miedos repentinos o fobias (miedo a la oscuridad, a los hombres, etc.). Es frecuente que los efectos del abuso se manifiesten como fracaso escolar. Las situaciones abusivas inhiben la capacidad para atender y aprender porque todas las energías están centradas en evitar el abuso, defenderse y resolver contarlo/ocultarlo. Es probable que haya cambios notorios en la personalidad (depresión, ira, hostilidad, agresión, ideas o intentos suicidas, abuso de drogas o alcohol, fugas del hogar, conductas autodestructivas). Estos indicadores pueden deberse, también, a otros casos que no necesariamente sean de niños abusados, por lo tanto siempre es conveniente consultar a un especialista. Para hacer un diagnóstico siempre deben aparecer un conjunto de indicadores. Es muy significativo si el niño presenta un conocimiento y comportamiento sexual raro, sofisticado o inusual, o un juego sexual no apropiado para la edad. También los dibujos de naturaleza sexual pueden estar evidenciando situaciones de abuso y merecen ser atendidos. Ni que hablar si el niño nos relata episodios de abuso sexual con adultos. La mayoría de las veces se trata de personas próximas y conocidas, por lo que no debemos caer en la trampa de pensar que son fantasías. Cómo padres o educadores hay que informar a los niños acerca del abuso sexual y hablar de la privacidad que le corresponde a cada parte del cuerpo. Esta información actúa preventivamente en la medida en que se centra en la realidad de los niños, esto es, en lo que ellos necesitan saber según su edad, sobre el funcionamiento del cuerpo, los diferentes aspectos de la sexualidad humana y los comportamientos sexuales entre las personas. Deben saber que tienen derecho a la privacidad en los hábitos cotidianos básicos (bañarse, vestirse, dormir, etc.). También deben aprender a diferenciar los acercamientos afectivos y confortables con los mayores de aquellos intrusivos y perturbadores. Los niños deben saber que ningún adulto tiene permiso para tocarlos, acariciarlos o besarlos de forma que los haga sentir incómodos. Las medidas de prevención deben comenzar a edad temprana, ya que muchos casos de abuso sexual son con niños en edad preescolar. Es fundamental sostener un vínculo que favorezca la comunicación con los niños. Saber escuchar. Muchas veces esto es lo más difícil de lograr porque nos ubicamos como simples emisores y construimos una relación como un traspaso de información y así al niño se le hace más difícil poder hablarnos de algo. Prevenir los comportamientos abusivos es de vital importancia para la sociedad en su conjunto, ya que las consecuencias psicológicas a corto, mediano y largo plazo son muchas y pensar en la prevención debe hacernos pensar, también, en cuáles son las estrategias que podemos elaborar como conjunto social. Necesitamos cada vez más una política a favor de la vida, del cuidado de las personas. La escuela es un elemento vital aquí y la falta de educación sexual contribuye, sin dudas, a sostener el tabú de la sexualidad, al analfabetismo sexual como un campo fértil para el abusador.

Lic. Javier Alvarez
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Obesidad. Causas psicológicas

La obesidad, una epidemia contemporánea no es un síntoma nuevo, siempre encontramos personas con excesivo sobrepeso, pero nunca hasta las últimas décadas había tenido este carácter epidémico. Para tomar conciencia de su envergadura basta con echar una ojeada a las estadísticas. En Estados Unidos la obesidad ya no es una excepción sino casi una regla. Y, vista la progresión del problema en Latinoamérica vamos por el mismo camino. Recientemente en Colombia, una mujer que pesaba más de 220 kg. debió ser hospitalizada por una complicación en su estado de salud, pero no podía atravesar la puerta de su cuarto así que tuvieron que derribar una pared de la habitación para sacarla de allí con grúas. Cuando uno escucha estas cosas, es casi imposible no preguntarse con asombro: Cómo se puede llegar a esto?. La persona no se da cuenta de lo mal que está?.Y en realidad lo mismo que le pasa a la anoréxica el obeso puede generar una distorsión de la propia imagen corporal, pero a la inversa. Es por ello que la persona no puede verse a sí misma en el proceso de deterioro paulatino de su estado, desarrolla una suerte de “ceguera emocional” que le impide ver lo afectada que se encuentra por este problema. Estado casi vegetativo del ser, cuerpos deformes, morbidez, la obesidad extrema es casi una negación del ser. Por otra parte, el problema mayor del obeso es que es presa de su compulsión a comer en exceso y eso es lo que produce sus síntomas. Desde nuestro imaginario social tendemos a negar a la obesidad como enfermedad: creemos que el gordo no quiere cambiar su realidad y solemos pensar que “se hace el vivo” y que se entrega siempre que puede al placer que le produce la comida y lo convertimos en objeto de burla y discriminación. Como conjunto social también tenemos otras formas más elaboradas para negar y discriminar: falta de legislación, estructuras sanitarias, etc. Los manuales de psiquiatría más actuales, podrían ser considerados en esta línea ya que sólo reconocen a la anorexia y bulimia dentro de los “trastornos de conducta alimentaria”, y queda así excluido el desorden más frecuente en la alimentación: comer excesivamente. Comúnmente la obesidad es tratada como una enfermedad de la que se ocupan endocrinólogos, médicos, dietistas, todo el sistema de salud, excepto los profesionales de la salud mental, siendo que la mayoría de las obesidades, aun cuando haya una predisposición orgánica o genética a la ganancia de peso, responden a causas psicológicas. La obesidad es un problema de adicción a la comida. No debemos pensar que la persona obesa come porque le gusta sino porque no puede dejar de comer, como todo adicto no siente placer en casi ningún aspecto de su vida, se siente desequilibrado, intranquilo, desvalorizado y sus actos desembocan siempre en malestar y sufrimiento. Es en su inconciente donde encontraremos las causas por las que no puede abandonar su padecimiento. El punto de encuentro entre todas las adicciones parece ser la fuga de una realidad “dolorosa” y estresante, y en contrapartida, la búsqueda del placer inmediato. Pero este placer es tan fugaz que pasado este momento el adicto se reencuentra otra vez con su círculo y su angustia. La dificultad radica en saber qué produce esta conducta compulsiva en esa persona, ya que cada caso tiene su singularidad. No hay dos cuerpos que procesen los alimentos de la misma manera ni tampoco dos psiquismos iguales. Por qué alguien elige sufrir de esta manera no tiene una explicación general, sino siempre una respuesta singular.

Lic. Javier Alvarez.
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Ataques de pánico.

Me siento extraño… quizás tenga fiebre, tengo un malestar general y no sé bien qué es. Empiezo a sentir que me falta el aire y me cuesta respirar, mi corazón se acelera. Estoy un poco mareado, no entiendo qué me está sucediendo, es algo nuevo… pero sea lo que sea no parece ser bueno… poco a poco un cosquilleo invade mis manos, luego mis pies. Hasta hace un momento mi vida era igual que siempre y ahora parece que estoy enfermo… creo que mi corazón está fallando, pero lo de las manos? QUÉ ES?! Parece que está empeorando porque va subiendo por mis extremidades y me está costando controlarlas. En mi pecho hay opresión, el corazón se me acelera más y más, es un caballo desbocado… me falta el aire, trato de entender qué me está pasando pero no logro pensar con claridad. … MI CORAZÓN VA A ESTALLAR, VOY A TENER UN ATAQUE, VOY A MORIRME… estoy desesperado, y me invade la angustia, tengo ganas de llorar pero no lo hago, qué me pasa, me estoy volviendo loco?!. Este episodio es una crisis de ansiedad o ataque de pánico. En un trastorno muy común en nuestra época aunque las primeras descripciones clínicas, si bien no identificadas con este nombre, datan del siglo XIX. El relato es a modo de ejemplo, intentando transmitir al lector la brusquedad y confusión con que se presentan estas crisis, no significa que sean todas iguales, pueden variar para cada caso en particular. Afecta principalmente a gente joven, alrededor de los 25 años y más a mujeres que a hombres. La crisis de pánico se caracteriza por la velocidad con que se precipita llegando a su máxima intensidad en los primeros minutos. En general, no dura más de una hora. Siempre encontramos algunos de los siguientes síntomas: palpitaciones, sudoración, temblores, sensación de ahogo, sensación de atragantarse, opresión en el pecho, náuseas, mareos o desmayos, sensación de irrealidad, miedo a perder el control o volverse loco, miedo a morir, entumecimiento u hormigueo, escalofríos. Se considera una de las situaciones más penosas que puede experimentar una persona, ya que lo inunda el terror y el sentimiento de que algo horrible va a pasarle y que no puede hacer nada para impedirlo. Pensar en ello no es precisamente tranquilizador, así que si ya estamos 'encendidos' creernos en grave peligro acaba por provocar un incendio. Estamos en pleno pánico. Sube el nivel de ansiedad provocando más efectos espectaculares (temblor de piernas, sensación de vértigo, rigidez de nuca, visión borrosa, sensación de flotar y de irrealidad). Por lo tanto, si estamos atravesando una crisis de pánico debemos evitar este tipo de pensamientos. Nuestras ideas son la madera con la que se nutre el fuego del pánico, producen mayor inseguridad y la espiral retroalimenta. Para controlar estos episodios es fundamental el dominio de la respiración. Respirar hondo: si notamos cosquilleos en las puntas de las manos o en los pies significa que estamos ventilando o oxigenando más de la cuenta, aguantaremos el aire contando tranquilamente 1, 2, 3…. expulsaremos suavemente, y repetimos la operación hasta notar que de esta forma introducimos menos oxígeno, desaparece el síntoma del cosquilleo y nos resulta más cómoda la respiración. Las causas psicológicas de este trastorno están vinculadas con: la sobre exigencia y el estrés. Podemos considerar como desencadenantes situaciones capaces de generar ansiedad, tales como: cambios de actividad, mudanzas, viajes, conflictos amorosos, separaciones, dificultades económicas, exámenes, etc.
También pueden ser respuesta a un exceso de actividad corporal, consumo exagerado de sustancias adictivas (café, alcohol, y cocaína), o medicamentos que producen ansiedad. Es frecuente también, que aparezcan una sola vez en la vida. En caso de persistir pueden producir cambios en el comportamiento que deterioran la calidad de vida, el temor a padecer un ataque va llevando a la persona a evitar lugares y/o situaciones. Estos lugares o situaciones se van haciendo cada vez más numerosos, limitando las actividades y la vida del sujeto. En relación al tratamiento de este trastorno existe un consenso entre psiquiatras, psicólogos y farmacólogos en que lo mejor es la combinación de un tratamiento farmacológico y uno psicoterapéutico. Sin embargo, la administración de fármacos no siempre es necesaria, ésta dependerá de cada caso, teniendo en cuenta el tipo de trastorno y la severidad del mismo. Por lo general todos los casos evolucionan satisfactoriamente.

Lic. Javier Alvarez
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Acoso escolar (Bullying).

El acoso escolar, también llamado “bullying” es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia, siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas. Es una forma característica y extrema de violencia escolar que viene siendo un problema serio y creciente en la cotidianeidad de los centros educativos. El padecimiento de esta forma de violencia se expresa mayoritariamente a través del fracaso y el bajo rendimiento escolar y es común que se traduzca en estrés, miedo y ansiedad. No querer ir a la escuela o regresar enojado y triste, así como no querer participar en actividades extraescolares pueden deberse a situaciones de maltrato. El niño también puede pedir que le compren útiles escolares que ya tiene, o tener pesadillas y falta de control de esfínteres, aunque éstos, también, podrían deberse a otras causas. El miedo y el hostigamiento emocional y psicológico que se experimenta es tan dañino que puede traer una suerte de anulación de la personalidad del niño que en algunos casos, según la dureza de la situación, encontramos ideas suicidas. El agresor puede ser un alumno conflictivo con carencias afectivas familiares o un grupo que encuentra una forma de canalizar la violencia a través del mecanismo del chivo expiatorio. De algún modo el niño que desarrolla conductas de hostigamiento hacia otros busca el reconocimiento y la atención que no tiene. Es posible que cuente con un núcleo familiar que no satisface sus necesidades de sentirse querido, respetado y escuchado. La familia, a través del afecto, el juego y la comunicación, es un lugar que puede estimular la seguridad y confianza en sí mismo o por el contrario reproducir modelos de hostilidad y sometimiento hacia los demás. La naturaleza de esta violencia escolar, que intuimos tiene su origen en la familia, al mismo tiempo la trasciende. Los nuevos modelos familiares a los que asistimos en los últimos años se constituyen sobre la base de estructuras sociales complejas. La mayor parte de las familias formadas de madres y padres solteros en situación de incertidumbre y vulnerabilidad social son parte de este problema ya que no siempre cumplen con la función de sostén y contención, mas bien todo lo contrario y terminan expresando sus conflictos a través del psiquismo débil de los niños. Todos los cambios que se vienen dando en la sociedad generan choques con nuestros modos de pensar y los instrumentos que contamos para enfrentar los mismos muchas veces son ineficaces. Los tiempos institucionales también suelen ser lentos y la escuela no cuenta actualmente con herramientas y espacios de contención y reflexión para los docentes y directores, que se ven obligados a hacer frente a estas nuevas problemáticas. Pero parece claro que es el conjunto de la sociedad el que está involucrado y que nadie es responsable directo del problema. Se estima que la intervención simultánea sobre factores individuales, familiares y socioculturales es la única vía posible de prevención del acoso escolar. Una prueba de que no hay que trabajar solamente en la escuela es la incidencia del uso de las nuevas tecnologías como medio para recibir o ejercer el maltrato, a través de Internet ésta actividad conocida como cyberbullying, sería una nueva forma de maltrato en la que la posición del agresor es peculiar, en relación con la que ocupa en otras formas “clásicas” de maltrato dado el carácter poco visible de la conducta.

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Alzheimer. Algunas reflexiones.

El aumento en el promedio de vida representa un logro importante de nuestra cultura. Gracias a la ciencia y a los conocimientos que hoy disponemos es posible prevenir y tratar múltiples enfermedades antes impensadas. Durante el último siglo y más en los últimos cincuenta años se han obtenido avances en todas las áreas científicas que han permitido aumentar la calidad de vida de las personas y de las condiciones de salud. Estos avances se transfieren desde la ciencia a la sociedad a través de planes y políticas que intentan mejorar el estado de bienestar de las personas. Es así que la política, es el instrumento con el que contamos para vehiculizar y democratizar estos avances. Quizás más que la ciencia, la política es la que va hacer posible (o no), que un niño, un anciano, acceda al nivel de bienestar físico y mental que necesita para vivir con dignidad. Lo que observamos en el mundo contemporáneo, con la pobreza que crece exponencialmente, opaca en buena medida la revolución científica y tecnológica de la que hablamos. Quedan diariamente excluidos un porcentaje amplio de la población mundial de obtener niveles aceptables de calidad de vida, por ello decir que hoy gozamos de mayor calidad de vida es una verdad a medias. La OMS ha definido a la Salud como ese estado de bienestar del individuo que involucra también la dimensión social. No podemos pensar la salud como algo independiente de la influencia de la sociedad. En buena medida todos sabemos de qué se trata esto, según en qué cultura estemos inmersos, en qué entorno nos vinculemos determina, también, de qué enfermamos. Tendremos más posibilidades de desarrollar una adicción si en nuestro entorno familiar tenemos casos de este tipo, por poner un ejemplo. Sin duda que esto nos da mucho en qué pensar si hasta ahora creíamos que solo encontramos causas físicas o psicológicas para enfermarnos. Un ejemplo de esto son las investigaciones recientes realizadas en India y África que sugieren que el riesgo de contraer Alzheimer sería mayor en zonas urbanas que en áreas rurales. Entonces: ¿cuál es el factor decisivo?, ¿está relacionado con el aumento de la esperanza de vida?, ¿con el estilo de vida de la ciudad?, ¿con la alimentación?. El tipo de Alzheimer más común, el que se origina en edades avanzadas, se dice que tiene un “origen multifactorial” lo que equivale a decir que sus causas aún no han sido completamente descubiertas. Casi todos los estudios coinciden en señalar que existirían factores genéticos de riesgo que deben relacionarse con factores de carácter ambiental para producir la enfermedad ya que éstos solos no son determinantes. No hay pruebas concluyentes que expliquen el surgimiento de la enfermedad pero que estos factores ambientales tengan que ver con “lo urbano” según se sugiere no deja de inquietarnos y abrir interrogantes. Las demencias del tipo Alzheimer, cuya prevalencia es tan alta en la población de adultos mayores es tan común que muchas veces tendemos a pensar que forman parte del proceso normal del envejecimiento, pero esto no es así, el Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa. Pienso: resulta paradójico que en la era del “mantenerse siempre joven”, cuando el ser humano dispone, como nunca antes de la capacidad de auto modelarse, de diseñar la masa de su cuerpo a su antojo y cuando existe un verdadero arsenal de técnicas y soluciones para evitar y prolongar los “signos indeseados del envejecimiento” (publicidad de una crema antiage), que hoy esta enfermedad que nos parece un “signo indeseado del envejecimiento” no tenga solución.

Lic. Javier Alvarez.
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Depresión. Más que un estado de ánimo.

Los niños se deprimen, los jóvenes, los adultos, los viejos, las mujeres, los varones, los que no tienen trabajo o los que no tienen tiempo, los que perdieron a un ser querido, los que están enfermos, los que consumen drogas, los pobres, los ricos, los que están solos y los que se sienten solos. Están los que son depresivos y también los maníacos y por supuesto los que son maniaco-depresivos, o sea los bipolares. El bipolar tipo I y el tipo II, los ciclotímicos, los distímicos. Esta la depresión en el embarazo, la depresión posparto, la depresión de los domingos, los que están deprimidos semanas, los que siempre se los ve deprimidos. La depresión leve, la aguda, la crónica. Está la depresión y los antidepresivos. La depresión que genera el éxito y alcanzar una meta elevada, la depresión por sentirse incapaz de lograr “algo en la vida”, la que tiene causas económicas, causa evidente, real y también la de contornos difusos, imaginarios: cuando tenemos una idea distorsionada de nuestras posibilidades físicas y mentales y algo nos parece insuperable, ahí también nos deprimimos. Las posibilidades para encontrarnos con la depresión parecen ser muchas y muy variadas, pero en realidad muchas veces confundimos el ánimo depresivo con la depresión u otro tipo de trastornos que conllevan síntomas de este tipo. La idea que tenemos de la depresión es un concepto muy amplio que comúnmente lo aplicamos, también, en el terreno de lo político o la economía, cuando no para nombrar determinados períodos históricos. Angustiarse o sentirse deprimido sin duda que forma parte de la experiencia de todo mortal y los mejores estudios sobre este tema no fueron hechos por la psicología sino por los poetas, los filósofos, porque hay cierta angustia existencial que es inherente a la condición del Hombre. Pero la Depresión como trastorno es algo distinto. Según la clasificación del DSM-IV, que es el manual de diagnóstico de los trastornos mentales más reconocido internacionalmente, la depresión está incluida dentro de los llamados “Trastornos del estado de ánimo”, desde allí se ve muy claro que hay que diferenciarla de otras alteraciones. Muchas veces encontramos un estado de ánimo del tipo depresivo pero que es consecuencia de una enfermedad física o del consumo de sustancias. El trastorno distímco se diferencia también de la Depresión en que este tiene mayor persistencia y gravedad porque el sujeto lo sufre la mayor parte del día durante por lo menos 2 años. También es cualitativamente distinta la Depresión del duelo, y en esto el psicoanálisis ha profundizado mucho. En el duelo hay una razón evidente para los ánimos depresivos, nos dice Freud que “En el duelo, el mundo se ha hecho pobre y vacío; en la melancolía (Depresión), eso le ocurre al yo mismo.” Si bien en la depresión hay también un sentimiento de pérdida esta se explica más bien por procesos inconcientes complejos. Es muy característico de la depresión la falta de interés, que se manifiesta, también, en ausencia de deseo sexual. Un aspecto serio y recurrente es que presenta constantemente ideas de muerte, otros síntomas ya fueron descriptos por los griegos, con Hipócrates: aversión a los alimentos, inmovilidad, insomnio, irritabilidad y desesperanza. Los griegos, siempre ingeniosos, explicaban las enfermedades y los cambios de temperamento o "humor" a partir de la influencia de cuatro líquidos corporales llamados "humores": la sangre, la flema, la bilis negra y la bilis amarilla. Según esta teoría un exceso de sangre provocaba comportamientos hiperactivos, mientras que el exceso de bilis negra provocaba un comportamiento abatido, apático y un manifiesto sentimiento de tristeza. Se pensaba que era por la influencia del planeta Saturno que el hígado secretaba esta “bilis negra”. Sorprendentemente, miles de años más tarde, encontramos que la mayor parte de los fármacos antidepresivos son potentes inhibidores de alguna de las enzimas del hígado.

Lic. Javier Alvarez
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Breve historia del coleccionismo.

El primer coleccionista del que hay noticia es el rey asirio Asurbanipal, quien, tras conquistar Egipto en el 666 a. de J.C., trasladó a Nínive, capital de su imperio, dos obeliscos y 32 estatuas. Más que la contemplación de la belleza escultórica, lo que debió de mover al rey asirio a realizar el costoso traslado fue su deseo de propagar al mundo sus hazañas guerreras. El mismo afán propagandístico, aunque en este caso unido a un componente religioso, debieron tener las colecciones de estatuas y objetos de culto reunidas en el s. V a. de JC. en los recintos sagrados griegos de Delfos, Olimpia y Éfeso. Durante el helenismo, las obras de arte se desacralizaron, lo que permitió coleccionar y reunir estos objetos a las elites cultivadas. Los nuevos coleccionistas compraban cuadros, esculturas, pinturas, cerámicas o mosaicos motivados por la belleza intrínseca de las obras.El aprecio de las obras escultóricas y pictóricas en función de criterios estéticos provocó que el artista se deslindara del artesano y se individualizara mediante la firma del producto de su trabajo. En este sentido, durante la época helenística, las ciudades griegas se poblaron de obras de los más famosos escultores y pintores. La conquista de Siracusa (212 a. de J.C.) y Corinto (146 a. de J.C.) por Roma llevó aparejado el saqueo de las ciudades y el traslado a Roma de las obras de arte que en ellas se encontraban. La contemplación de estos hermosos objetos desató un afán coleccionista en las elites romanas. A partir de ese momento, Roma se convirtió en la capital del coleccionismo. Con el fin de surtir el nuevo mercado, en Atenas comenzaron a copiarse en serie las obras realizadas por los artistas griegos antiguos más famosos. Pero no sólo se compraba pintura y escultura, sino que también se reunían otros objetos. Ha quedado constancia, por ejemplo, de que los soldados de César asentados en Grecia saqueban sepulturas en busca de antiguos vasos griegos, que alcanzaban precios muy elevados en el mercado de antigüedades de Roma. Como también, que el emperador romano Augusto coleccionaba monedas y huesos de animales fosilizados. Y con el coleccionismo vino la falsificación. Durante la Edad Media, las únicas colecciones son las que reúne la Iglesia. Predomina en ellas la sacralización de los conjuntos, cuyo fin era invariablemente de orden moral y religioso y, en menor medida, didáctico. También entonces cundió la falsificación y tráfico de reliquias. A raíz del interés del Renacimiento por retomar postulados de la Antigüedad, se vuelve la mirada hacia las creaciones antiguas como un modelo a seguir, tanto en el arte como en la cultura. Los restos eran vistos, en todo aquello que hacía referencia al arte y a la literatura, con admiración y desde un prisma idealizante. En esa línea, los vestigios arquitectónicos, las esculturas y todo lo relativo a Grecia y a la Roma clásica fue estudiado con pasión. En este proceso, las cortes principescas italianas desempeñan un papel primordial. Ya a lo largo del s. XV se produce un cambio en la mentalidad. El ejemplo más significatiavo de este desarrollo cultural se produce en Florencia, donde aparece un nuevo tipo de coleccionista y mecenas cuyo prototipo es la familia de los Médicis. Se convirtió en un fenómeno muy común que los artistas estimularan la formación de colecciones. Así lo hizo Donatello para Cosme de Médicis, y el conjunto mediceo estuvo abierto a los creadores para su estudio. El artista, en la medida en que podía, también reunía objetos artísticos. Sabemos, por ejemplo, que Mantegna atesoraba una colección de piezas antiguas. Por otra parte, la aparición de estatuas antiguas en Roma a fines del s. XV estimuló la creación de colecciones en la capital. En el s. XVI, la palabra «museo» designaba las colecciones de curiosidades o ciencias, así como los locales donde se conservaban pequeños objetos de arte. Su exhibición se hace en función del febril afán coleccionista que se despliega en la época sin otro sentido que mostrar el mayor número posible de piezas, dispersas, quizá con algún sentido estético, una tras otras. En Italia, por ejemplo, hay contabilizadas hasta doscientas de estas cámaras y también se ha constatado su existencia en Francia, Alemania y España. Este tipo de colecciones se prolongará hasta mediados del s.XVIII cuando se ponen de moda las galerías, donde se exhiben principalmente pinturas y también esculturas. Ello comportó nuevos criterios de exposición que han permanecido vigentes hasta la actualidad en las pinacotecas europeas. Durante estos siglos las colecciones reales fueron aumentando en importancia y servirán de base para la constitución de los futuros museos nacionales. Fernando de Habsburgo reunió en su castillo, en las cercanías de Innsbruck, una bibliotea de 4000 volúmenes, 900 tapices, más de 1000 cuadros y grandes cantidades de medallas, bronces y cerámicas. Esta colección fue el núcleo del actual Museo de Viena. En el s. XVIII los museos se pusieron de moda. Dejaron de ser un mero gabinete de pintura y escultura y reunieron todas las producciones del intelecto humano.

Diferencias entre el coleccionismo antiguo y el moderno.


Hay una clara tendencia a la especialización. Antiguamente un mismo coleccionista tenía distintas aficiones y reunía objetos de todo tipo. En la actualidad, y sobre todo por influencia anglosajona, se registra un auge del coleccionismo especializado y se impone cada vez más centrarse en un determinado tema o época, como por ejemplo soldados de las fuerzas británicas durante la II Guerra Mundial o cierto tipo de locomotoras de un metal específico o antiguas herramientas de jardinería o, en los últimos tiempos, acciones de empresas desaparecidas o tarjetas de crédito caducadas. Cuanto mayor poder adquisitivo tiene una sociedad, mayor es el interés por coleccionar. El coleccionista termina convirtiéndose en muchos casos en un auténtico especialista en la materia. Todo lo que se mueve alrededor de ese tema despierta su pasión. La sociedad mira al coleccionista como a un iniciado. Fruto del interés por este tipo de personajes es el éxito de la novela del español Arturo Pérez Reverte El club Dumas, que refleja en parte la psicología de estos expertos. Por otro lado, el campo abierto por la telemática, especialmente Internet, ha modificado el mundo de las subastas de antigüedades y originado foros de discusión abiertos. Funcionan, además, como fuente de información para quienes empiezan.

Tomado de: http://www.diccionariosdigitales.net


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La violencia doméstica y sus consecuencias psicológicas.

La violencia doméstica es un abuso de poder perpetrado principalmente (pero no solamente), por los hombres hacia las mujeres, tanto durante la relación como luego de la separación. Se produce cuando un miembro de la pareja intenta física o psicológicamente dominar y controlar al otro. La violencia doméstica tiene una cantidad de formas, siendo las formas más comunes la violencia física y sexual, amenazas, intimidación, abuso emocional y social, así como la privación económica. Ha pasado una década desde que Amnistía Internacional dijera que la violencia contra las mujeres es “el mayor escándalo para los derechos humanos de nuestros tiempos” y desde entonces la situación solo ha empeorado. Las cifras sobre mujeres maltratadas ha aumentando considerablemente, aunque por otra parte, las sociedades tienden a estar cada vez más sensibles hacia la violencia doméstica: es mayor el lugar que ha ocupado desde entonces en los medios, se han modificado leyes a su favor, hay servicios especializados a los que se puede concurrir y se estudia el problema desde diversos enfoques y disciplinas. Trabajos recientes centrados en la situación de las mujeres abusadas afirman que trae consecuencias y efectos psicológicos graves para la integridad de la persona siendo muchas veces causa directa de discapacidad y enfermedad. Podemos decir que las mujeres que padecen violencia de pareja son mucho más susceptibles a los trastornos de salud mental. Esto ocurre porque este tipo de violencia produce mucho miedo y ansiedad en las víctimas y tiende a ser más perjudicial psicológicamente que otros tipos de violencia, porque el abuso de poder en el contexto de una relación familiar deja efectos emocionales profundos. Tiene una capacidad muy grande para atacar a la identidad de las personas maltratadas y por esta misma razón es muy frecuente que la desolación, la baja autoestima y la desvalorización que trae consigo terminen en ideas suicidas. Las mujeres que han sido maltratadas por sus parejas tienen casi cuatro veces más probabilidades de tener ideas de suicidio en comparación con las mujeres no maltratadas. Asimismo las mujeres que recientemente han sido objeto de malos tratos tienen más probabilidades de presentar trastornos de ansiedad o depresión. Los altos niveles de estrés crónico pueden dar lugar a condiciones de salud mental graves como el Trastorno por Estrés Postraumático. Por otro lado los efectos negativos de la violencia en el hogar y el maltrato físico y emocional de la madre pueden traer, también, un enorme peligro para los niños. Estos niños no sólo tienden a sufrir de dificultades de desarrollo, también son más propensos a ser víctimas o victimarios de la violencia durante la adolescencia y su adultez, ya que han aprendido e interiorizado los roles conflictivos de la dinámica familiar. Asimismo, pueden aparecer factores relacionados con la depresión, el suicidio, el abuso de sustancias y el abandono de los estudios en la etapa de la adolescencia. Como puede verse, es un problema muy grave ya que hay muchos riesgos para la salud de las mujeres maltratadas y sus hijos. Por si nos cabe alguna duda las estadísticas son contundentes: en Argentina cada cuatro días muere una mujer por causa de la violencia en el hogar. Para ayudar a las mujeres maltratadas a superar los problemas que se enfrentan debido a la violencia en sus relaciones, debemos ser conscientes de todas las áreas del problema, y que la espiral que se establece en la dinámica de la pareja resulta muchas veces difícil de vencer. La mujer, inestable emocionalmente y con su autoestima muy comprometida, tiende a justificar y a creer en las demostraciones de arrepentimiento de su pareja golpeadora, puede incluso querer culpar al alcohol o las drogas o a culparse ella misma y es por eso que, entre el temor y la vergüenza, pasan años hasta que se decide a denunciar.

Lic. Javier Alvarez
www.licjavieralvarez.blogspot.com

Dónde denunciar en Argentina

« 0800-666-8537, del Gobierno de la Ciudad.
« 137, Violencia Familiar y Violencia Sexual del Ministerio de Justicia de la Nación.
« 4953-1268, Asoc. Arg. de Prevención de la Violencia Fliar.


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